Invertir en la familia y en la educación es clave para eliminar el trabajo infantil doméstico

«…La vecina fue la que me llevó junto a la señora, era la amiga de su patrona. No sé por qué quería demasiado una nena para su compañerita, que ella le iba a hacer estudiar, que le iba a dar de comer, le iba a dar de vestir. Pero no era para su compañerita sino había sido para su empleadita».
(Niña trabajadora doméstica, Paraguay)

«Las mujeres están saliendo de 11, 12 años, de 6º grado de primaria, a las casas a trabajar. [¿Cómo es el sistema para emplear a estos alumnos?] Mayormente ubican a los familiares, de acá. Luego se relacionan con familiares en Lima diciendo ‘A ver si le puedes buscar un trabajito para mi hija’… Los familiares buscan un trabajito en Lima: el vecino, el compadre, la comadre por 100, 90, 80 soles mensual. El trabajo consiste: en cuidar los niños, cocinar, limpiar la casa, esas cositas sería».
(Director, colegio de Yauyos, Perú).

«…Pues mi mamá… me dijo que ya estaba cansada y que iba a salir de trabajar, y que no tenía para mi matrícula, ni nada de eso, entonces que tenía que salir a trabajar y ver cómo sacaba lo de la matrícula».
(Niña trabajadora doméstica – Colombia)

(Lima, marzo 2007) Pese a los esfuerzos por mejorar su calidad, la educación sigue siendo uno de los ámbitos de mayor exclusión para las y los trabajadores infantiles domésticos (TID) en Colombia, Paraguay y Perú. La imagen más positiva de la educación es la de Colombia y la más negativa es la del Perú, donde los colegios y turnos especiales para estos estudiantes se convierten en ferias laborales para el trabajo infantil doméstico.
Esta es una de las conclusiones a que se arribó en el estudio Invertir en la familia. Estudios sobre factores preventivos y de vulnerabilidad al trabajo infantil doméstico en familias rurales y urbanas de Colombia, Paraguay y Perú, realizado en el marco del proyecto Tejiendo Redes contra la explotación de niñas, niños y adolescentes de la OIT-IPEC.

La publicación tiene como temas centrales los factores de riesgo que exponen a personas menores de edad a emplearse en el servicio doméstico, así como los factores de protección que evitan que las niñas, niños y adolescentes ingresen a esta actividad.

El estudio realizado en los tres países, identifica factores de vulnerabilidad como la pobreza, el gran tema de trasfondo, y las crisis de salud, desempleo, fracaso de la cosecha, deudas, demandas extraordinarias de dinero en efectivo, que actúan como detonantes, obligando a las familias a hacer ajustes drásticos en sus estrategias de obtención de ingreso.

En los tres países se han creado leyes y algunos programas para eliminar el trabajo infantil en situaciones de riesgo y para limitar el trabajo doméstico a las niñas y niños ¯que están por encima de la edad mínima permitida para trabajar en cada país¯ bajo condiciones de protección. Pero la investigación señala que estas nuevas normas y mecanismos no se han constituido en una verdadera fuerza de contención; solo en el caso de Colombia, algunas barreras institucionales han tenido cierta eficacia

También se establece que los familiares no tienen intenciones de explotar a sus hijas e hijos en el corto plazo, sino que alientan su migración desde zonas rurales empobrecidas hacia las ciudades, para que estén en contacto con “madrinas” y “padrinos” que podrían servirles como un “capital social” para el resto de sus vidas. Sin embargo, para estas niñas y niños, la educación y la vida mejor casi nunca llegan y su futuro puede estar definitivamente hipotecado a la servidumbre.

El espectro del abuso y de la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes ronda permanentemente alrededor de las situaciones que este informe ha tratado. Existe una grave indefensión inherente en la situación de una niña que trabaja bajo un techo ajeno y que debe, muchas veces, poner los límites a lo que debe y no debe considerarse como parte de su rol en la casa que le da cobijo. La vulnerabilidad psicológica y social se confunde con la vulnerabilidad económica.

El estudio señala, especialmente en Paraguay y Perú, la presencia de redes de trata de niños, niñas y adolescentes para el trabajo infantil, en general, y para la explotación sexual comercial, en particular. Estas redes se aprovechan de aquellas que tienen más bien una lógica familiar y de “paisanazgo”, y que se encargan de colocar a menores de edad en situaciones de trabajo infantil doméstico con ciertas protecciones dadas. El problema es que los padres de familia y las niñas y adolescentes no puedan distinguir una oferta legítima de trabajo doméstico, de otra dudosa.

“…la presencia de redes de trata de niños, niñas y adolescentes para el trabajo infantil, en general, y para la explotación sexual comercial, en particular. El problema es que los padres de familia y las niñas y adolescentes no puedan distinguir una oferta legítima de trabajo doméstico, de otra dudosa”

Una ex-trabajadora infantil doméstica comenta sobre la forma de captación de este servicio doméstico: «En Juliaca [Perú], generalmente los avisos son para la Mina de la Rinconada.. En la mina inmediatamente las meten a atender las cantinas de mala muerte, karaokes, night clubs, chicherías. Y si no quieren, son maltratadas».

En sus recomendaciones finales, el estudio demuestra que existe una solución, señalando los posibles derroteros para las acciones correctivas y de prevención. Entre ellas, se menciona la atención económica de familias y comunidades mediante el fomento de proyectos productivos, el fortalecimiento de redes de solidaridad comunitarias y familiares, proporcionar información sobre los riesgos del TID y la garantía de una educación pública obligatoria y efectivamente gratuita.

Este documento es resultado de un estudio regional realizado en 2006 para generar información cualitativa y comparable entre los mencionados países, en los cuales ¯al igual que en el resto de Latinoamérica¯ el trabajo infantil doméstico es reforzado por múltiples mecanismos estructurales, que se ubican en las leyes, costumbres, organizaciones y en las instituciones.

Los sindicatos se pronuncian

El lanzamiento de este estudio coincide con el Día Internacional de la Trabajadora del Hogar, que se conmemora este 30 de marzo y en ese sentido Víctor Báez Mosqueira, Secretario General de la Organización Regional Interamericana de Trabajadores –ORIT, considera que el trabajo infantil doméstico tiene múltiples causas y consecuencias; económicas, políticas, legales, sociales, culturales, religiosas e ideológicas; y debe ser abordado con una perspectiva estratégica e integral que contribuya a dar respuesta a la problemática. En este sentido, el papel de las trabajadoras del hogar y sus organizaciones, como agentes de prevención y vigilancia del trabajo infantil doméstico es fundamental.

Defendemos la política “Por más y mejores empleos para los adultos/as para prevenir en trabajo infantil” en este sentido reiteremos nuestro compromiso de promover el trabajo decente de las trabajadoras de hogar como estrategia para la prevención y erradicación del trabajo infantil doméstico, señaló en un comunicado el representante sindical.

Para la ORIT los resultados del Estudio Invertir en la infancia. Estudio sobre factores preventivos y vulnerables al trabajo infantil doméstico en familias rurales y urbanas de Colombia, Paraguay y Perú, es de gran utilidad como herramienta de trabajo, tanto para las Centrales Sindicales de los países donde esta focalizado el proyecto Tejiendo Redes de la OIT como para toda la región latinoamericana.

Báez Mosqueira expresó que valoran los resultados estadísticos, la sistematización de las leyes existentes en los países sobre el tema, los aspectos sicológicos abordados y la articulación entre el factor género y la perspectiva de los derechos que el estudio nos plantea y nos permite tener una visión completa de la problemática y a través de ello definir líneas políticas claras de acción

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