Déficit habitacional y falta de políticas públicas

El desarrollo de niños y niñas está íntimamente vinculado a las condiciones en las que viven y debería ser un tema prioritario en la agenda de cualquier gobierno. Sin embargo, el derecho a una vivienda y un medio ambiente adecuado para la vida de chicos y chicas es uno de los derechos más vulnerados.

Vale la pena, frente a lo que acaba de ocurrir en La Boca, recordar algunos datos relevados por el estudio “Barómetro Social de la Infancia 2007”, una iniciativa de la Universidad Católica Argentina (UCA) en colaboración con la Fundación Arcor, que analiza las condiciones de vida de la población de niños y niñas de 0 a 17 años de centros urbanos. Según esta investigación, la mitad de la infancia urbana residía en 2007 en una vivienda con al menos un problema de habitabilidad: viviendas no adecuadas desde el punto de vista de sus condiciones de materialidad (32,5 por ciento); tenencia irregular de la vivienda (22,9), hacinamiento (20,5); problemas de salubridad (14) y equipamiento insuficiente (7). El déficit en las condiciones de habitabilidad tiende a ser mayor a medida que disminuye el estrato socioeconómico. Así, el 86 por ciento de los niños y adolescentes que a 2007 integraban el 10 por ciento de los hogares más pobres dormía en viviendas con problemas de habitabilidad.

Las condiciones materiales del hábitat en que viven y crecen chicos y chicas puede potenciar u obstaculizar su desarrollo y crecimiento y repercuten de manera inmediata en su salud y en los procesos de crianza, socialización y formación. La vida en malas condiciones puede hasta costar la vida a chicos y chicas, como lo que acaba de acontecer en La Boca.

CASACIDN – 14 de Enero de 2009

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