La Convención Internacional de los Derechos del Niño cumple 24 años

Este nuevo aniversario de la Convención nos invita una vez más a reflexionar sobre el modo en que esa afirmación atraviesa nuestras prácticas, nuestras estrategias de trabajo, nuestro modo de relacionarnos con los niños.

Sabemos que hemos conseguido más derechos con la asignación universal por hijo, la asignación por embarazo, la baja en la tasa de mortalidad infantil, las 3 millones de netbooks de Conectar Igualdad que les permite a todos los chicos soñar con un país mejor. Pero sabemos que todavía faltan cosas. Se está discutiendo acerca de la legislación penal juvenil que, en la Argentina, no respeta los derechos y garantías de los imputados, ni los derechos de las víctimas y no da respuestas justas a los problemas que se requieren dirimir, criminalizando la pobreza.

En este balance de 24 años, somos conscientes de lo mucho que nos falta aún concretar, pero también que podemos estar satisfechos de lo ya logrado, lo que nos permite seguir con el mismo compromiso y la misma responsabilidad. Reafirmamos nuestro compromiso en la defensa de los derechos de nuestros chicos y chicas.

Un instrumento jurídicamente vinculante

La Convención sobre los Derechos del Niño es el primer instrumento internacional jurídicamente vinculante que incorpora toda la gama de derechos humanos: civiles, culturales, económicos, políticos y sociales. En 1989, los dirigentes mundiales decidieron que los niños y niñas debían de tener una Convención especial destinada exclusivamente a ellos, ya que los menores de 18 años precisan de cuidados y protección especiales, que los adultos no necesitan. Los dirigentes querían también asegurar que el mundo reconociera que los niños y niñas tenían también derechos humanos.

Fuente: CASACIDN – 20 de Noviembre de 2013

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