Más de 2.000 chicos alejados de sus familias

Por Laura Leonelli

El dato más importante, además de la existencia del número mismo, es el descenso en los últimos meses de la cantidad de chicos institucionalizados. Es que, según números oficiales, sólo en un año se redujo 20 por ciento.

Así, los chicos internados –con datos de setiembre último– son 1.615 en el área prevencional; es decir, institucionalizados por causas de abandono, maltrato y abuso o cualquier situación de vulnerabilidad de entidad suficiente para que un juez de Menores disponga ese destino.

De ellos, 621 están en institutos del Estado provincial mientras que 994 en hogares dentro del Programa Organización de Gestión Asociada (OGA) que tiene como objetivo que la Provincia asista técnica y económicamente a organizaciones públicas o privadas que brinden atención a niños y adolescentes.

Pero además, en el mismo programa existen 1.735 chicos que, si bien no están encerrados, reciben algún tipo de tratamiento, como talleres de día, y 228 que se encuentran en una situación intermedia, es decir que se albergan excepcionalmente. En definitiva, casi tres mil niños, sólo del área prevencional, reciben la atención permanente de alguna institución.

A eso se suma, como publicó La Voz del Interior el 9 de noviembre, los 325 chicos en conflicto con la Ley Penal encerrados, cifra que también encontró una baja fue importante, pues en 2006 sumaban 403. Más otros cientos de la misma área que reciben asistencia externa.

Números secretos. Estos números durante tiempo fueron una deuda pendiente de las áreas de gobierno que tratan la niñez. Tras reclamos de asociaciones civiles que trabajan a diario en la temática y de la prensa, finalmente desde el Ministerio de Justicia recolectaron la información y dieron a conocer los datos.

Pero más que una intencionalidad de ocultar los números, la verdad era que la Provincia directamente no tenía un registro detallado y exacto de la cantidad de chicos internados en más de 90 instituciones en toda el área provincial.

En este sentido, el ministro de Justicia, Héctor David, aseguró que ya está listo un registro detallado con los nombres de los chicos, en qué instituto se encuentran, sus antecedentes, los tratamientos médicos y psicológicos que reciben, entre otras características.

La importancia de estas cifras está dada por la posibilidad de que el Estado tenga un control y seguimiento de los chicos, los lugares que habitan, los tratamientos que reciben. Además, como toda estadística, es útil siempre y cuando sirva para crear y adecuar políticas públicas específicas.

Políticas públicas.
Para llevar adelante la “desinstitucionalización”, desde el ministerio aseguran que fue fundamental la aplicación de programas específicos. Uno de ellos, “Vamos a casa”, que otorgó desde su puesta en funcionamiento, en julio de 2007, 208 becas mensuales de hasta 500 pesos con el objetivo de evitar que se interne un chico o sacarlo del encierro.

Además, se aumentaron las intervenciones del Programa Disposición Padres que “busca la reconducción del ámbito familiar. Se interviene con los padres de chicos que tienen algún problema en la familia y se busca evitar la judicialización”, explicó David.

Un dato llamativo es la cantidad de niños y adolescentes asistidos por problemas de adicciones. El Programa Asistencia Psiquiátrica, Psicológica y de Adicciones trabaja con 338 chicos con problemas de drogas y con 131 con problemáticas psiquiátricas.

Otra mejora que surge de los datos oficiales en relación al año pasado es la educación formal de los chicos institucionalizados: en 2006, 67 por ciento de los niños y adolescentes estaban escolarizados, mientras que en agosto de 2007 la cifra ascendió a 74 por ciento.

Fuente: La Voz del Interior – Sociedad (25/11/2007)

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