Masivo paro y marchas en todo el país por el asesinato del docente neuquino

El paro docente que se acató con fuerza en escuelas públicas y privadas y las marchas masivas en todo el país, desde la Capital Federal hasta la ciudad de Neuquén, donde se reunieron cerca de 25 mil manifestantes y ningún policía, repudiaron el asesinato del profesor de química Carlos Fuentealba, baleado por un policía en la cabeza con un proyectil de gas lacrimógeno cuando el miércoles pasado (4/4) reclamaba un aumento salarial docente en Neuquén.
Los manifestantes usaron guardapolvos blancos con leyendas de “Nunca más” y “Las tizas no se manchan con sangre” y el paro recibió un respaldo sin precedentes de maestros, de alumnos y de padres, e incluso en colegios religiosos que planeaban una jornada de reflexión hubo cerca del 70 por ciento de alumnos ausentes.
El secretario general de CTERA y de CTA, Hugo Yasky, culpó del asesinato al gobernador Jorge Sobisch, exigió su renuncia y dijo: “No queremos ningún autoritarismo. No se trata sólo del autoritarismo en Neuquén, también lo es la Gendarmería en las escuelas de Santa Cruz (la provincia del Presidente). También es autoritario Juan Carlos Romero (por el gobernador de Salta) que le pega a los docentes”. Marcelo Guagliardo, titular de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN) coincidió con que “el Presidente es tan responsable como el gobernador, con escuelas que están militarizadas”.
Ismael, un alumno de 15 años del Centro Provincial de Enseñanza Media N° 69, donde enseñaba Fuentealba, recordó llorando a La Nación que “el año pasado había dejado de estudiar y él me insistió para que volviera. Era un amigo más”.
“Una vez me fue a buscar a mi casa para que viniera al colegio. Siempre insistía para que no dejáramos de estudiar”, contó Jonatan, de 16 años. María, de 16 años y ocho hermanos, evocó: “Yo tenía una mala actitud. Quería poder ir donde sea, joder, no depender de nadie. Pero Carlos me insistió para que volviera a estudiar. Me explicó que no podía transformarme en grande de un día para el otro”.

Fuente: Capítulo Infancia – Periodismo Social

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