Trabajan más de 500.000 niños en el país

Paula Urien LA NACION

La oficina de la OIT en la Argentina junto con Trabajo hicieron en 2007 un extenso informe llamado El trabajo de niños, niñas y adolescentes. Allí, Sebastián Waisgrais, del ministerio, explica que se considera trabajo infantil aquel que impide el acceso, la permanencia y un rendimiento aceptable del niño en la escuela, o el que se hace en ambientes peligrosos con efectos negativos inmediatos o futuros en la salud del niño, o las actividades que se efectúan en condiciones que afectan su desarrollo psicológico, físico, moral y social.

Según el informe, 7,6% de los niños varones, 5,2% de las niñas, 23,8% de los adolescentes varones y 16,3% de las adolescentes mujeres realiza alguna actividad laboral. Las formas más terribles son: esclavitud, trabajo forzoso, trata de niños, prostitución y pornografía, según la OIT.

Dejar de estudiar
Una de las características del trabajo infantil es su efecto negativo sobre la asistencia al colegio y el rendimiento escolar. Soledad Gómez, coordinadora del área de Inclusión Social de Conciencia, una asociación cívica, no partidaria, sin fines de lucro, que cuenta con varios programas para ayudar a disminuir el trabajo infantil en la Argentina, dice: “En nuestro país distinguimos entre la forma de trabajo infantil en el campo y en la ciudad. En el campo, responde a un tema cultural en el que el menor muchas veces acompaña las labores de los padres en tareas como recolección de algodón, papas, frutas, por ejemplo. En la ciudad se dedican a la mendicidad, la venta ambulante, el reparto de estampitas, entre otras. Pero la forma más extendida, que no se ve, es el trabajo doméstico”.

Puertas adentro, las chicas de siete y ocho años se ocupan de la casa y quedan a cargo de los hermanitos, mientras los adultos responsables salen a trabajar. Aquí se producen accidentes domésticos y deserción escolar.

Según la especialista, además de estrés y otros problemas de salud, 60% de los chicos que trabajan deja el colegio porque está cansado, no puede concentrarse, se queda atrás y termina repitiendo. El punto de inflexión se da en cuarto grado. Finalmente, abandonan los estudios.

En el mundo hay más de 215 millones de chicos que trabajan, 115 millones expuestos a labores riesgosas y 70 millones que no van a la escuela, según datos de la OIT. Según el organismo internacional, una parte de la estrategia para combatir el trabajo infantil es luchar contra la pobreza de aquellas familias que necesitan de los chicos para subsistir. Los programas de transferencias en efectivo y de alimentación escolar demostraron que son positivos.

CLAVES
Aniversario El primer Día Mundial contra el Trabajo Infantil fue en 2002 y se anunció en la 90ª Conferencia Internacional del Trabajo, en el marco de la OIT.

Avance Según la OIT, el número mundial de chicos que trabajan bajó de 222 millones a 215 millones entre 2004 y 2008. Pero se teme que la crisis económica mundial haga peligrar esta mejora en los índices.

En la Argentina Trabajan aquí 193.095 niños y niñas entre 5 y 13 años, y 263.112 adolescentes entre 14 y 17. Si se cuenta la tarea doméstica, que es hacerse cargo de la casa y de los hermanos, trabajan 1.503.950 chicos en el país.

Fuente: La Nación – Empresas & Negocios (13/06/2010)

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