Día Mundial para la Prevención del Abuso Infantil

En estos tiempos ya se conoce más acerca de los casos de abuso; porque por un lado salen más a la luz y por otro porque se denuncia más, y se supone que además, fue aumentando esta problemática, tanto en el ámbito familiar como en el institucional, donde están involucrados algunos siniestros maestros, profesores de educación física, que aprovechan la cercanía con los niños para cometer aberrantes crímenes contra su integridad sexual.

Entre otros casos de enorme relevancia social, el CASACIDN asumió la responsabilidad de presentarse como parte querellante en uno de los casos más mediáticos y emblemáticos de nuestro país en los últimos tiempos, la causa de abuso sexual y corrupción de menores llevada a cabo contra el Sacerdote Julio Cesar Grassi.

A partir del año 2002, el CASACIDN considero admisible intervenir en este caso, dada la gravedad de la temática planteada. En esta primera instancia de análisis, se considero la situación de vulnerabilidad en la que se hallaban las víctimas, desguarnecidas y desacreditadas por el sacerdote, cuyo lema sacerdotal era “un padre para los que no tienen padre”. La misma persona que ellos indicaban como el que había cometido actos aberrantes contra su integridad sexual, cuando las victimas permanecían bajo su cuidado y guarda.

Es decir, las víctimas de este caso, además de sufrir situaciones de abuso, sufrieron también la falta de protección y cuidado de la persona que estaba encargada de cumplir esta función. Esto, con el agravante que, esa persona que ellos denunciaban como el abusador y que era el encargado de cuidarlos, es un sacerdote que representa a la Iglesia Católica.

La incertidumbre y la confusión son dos de las características que generan la situación de abuso y donde las víctimas, consideran que tienen “la culpa” por lo que les paso (siendo este, de acuerdo con los especialistas, el síntoma más claro que se presenta en las víctimas de abuso, el pensar que ellos tienen “la culpa” de la situación de abuso que sufrieron).

Hoy, mientras el cura Grassi (que, supuestamente, se encuentra bajo un sistema de prisión morigerada, muy parecido a la más absoluta libertad) se muestra desafiante ante los micrófonos y las cámaras de televisión, a pesar de estar condenado a 15 años de prisión en dos instancias judiciales, nadie piensa ya en las víctimas que viven en una incertidumbre total, uno de ellos, por el cual lo condenaron, no entiende porque el cura sigue en libertad, y los otros dos aún sin entender cual es la causa por la cual no les creyeron y fueron desestimados sus testimonios.

El CASACIDN cuestionó hasta ahora todas las decisiones judiciales que permiten que un abusador permanezca en libertad. “No podemos aceptar que Grassi siga sin ir a prisión después de una condena en dos instancias, a 15 años y ningún tribunal se anima a meterlo preso”, por abuso sexual y corrupción de menores.

Consideramos que es necesario apelar a todas las instancias que correspondan hasta lograr que se haga justicia de verdad en este caso. Nos indigna la impunidad que tiene Grassi para lograr no cumplir con su condena y no pensamos aceptarlo con los brazos cruzados, sabiendo que si no fuera un cura con un enorme poder político, económico y eclesiástico ya estaría preso.

Una justicia que no actúa como es debido, nunca podrá ser creíble para un pueblo que anhela tener confianza en ella y la necesita para afianzar la democracia.

Seguiremos trabajando con la misma intensidad y convicción para lograr una condena de cumplimiento efectivo para todos los casos presentados en la declaración de los chicos que fueron víctimas de abusos, porque estamos convencidos que la Justicia les debe a los jóvenes la restitución de sus derechos vulnerados y la reparación de los daños sufridos.

Fuente: CASACIDN – 19 de noviembre de 2010.

Dejar una respuesta